No soy de las que añoran tiempos pasados, pero es real la diferencia abismal entre una generación y otra. Me refiero entre la de mis hijos y mis nietos. Ni se me ocurre compararla con la mía! Por una razón lógica de padres que trabajan, sumado al hecho de la importancia de la educación temprana, parten a la guardería, el jardín de infantes, comenzando su vida curricular educativa. Desde muy pequeños comienzan actividades deportivas, artísticas, etc. Todas ellas importantes y formativas. Pero este no es el punto que me lleve a compartir mi reflexión de hoy. La mayoría de niños que asisten a colegios privados cumplen doble horario, almuerzan en el cole y en muchos casos, continúan con actividades extracurriculares. Es decir, ingresan a las 8 de la mañana y salen a las 17 hs. Pero la agenda se llena con otras disciplinas y actividades: ballet, jazz, instrumentos musicales, actividades deportivas orientales, (en la época de mis hijos era solo taekwondo, hoy hay tantas que no sé ni como se escriben), futbol, tenis, rugby, etc. Cuando llegan a la adolescencia, tanto chicas como chicos, se desesperan en un gimnasio para cultivar su físico. Nuestros nietos tienen una agotadora agenda, sólo de verla me canso. No son actividades que conlleven daño pero hace que los mismos no sepan manejar su ocio, su descanso. Viven a mil y salvo la electrónica no saben disfrutar de momentos normales que son especiales. Hoy no se pueden aburrir!!!! Y como bien dice la psicóloga Pilar Sordo: el aburrimiento es la madre de la creatividad. Es mi deber moral aclarar que estos niños son privilegiados y contrastan dolorosamente con la mayoría de los demás, en el país que vivimos. Tema para otro blog…………..