En mi familia numerosa ya hemos pasado por varios festejos de cumpleaños en tiempo de cuarentena. Algunos todos encerrados, otros con distanciamiento y pocas personas. Pero el último que me tocó personalmente vivir, ha sido muy fuerte.

Enzo, acaba de cumplir 3 añitos y no pude estar con él. La única encerrada de la familia soy yo. Habiendo tomado todas las precauciones, seguir todo el protocolo y hasta auto encerrarme en lo que se llamó “cuarentena social”, sin ver a hijos y nietos, igualmente me contagié.

A pesar de esto he pasado 14 días encerrada, sin ver a nadie. Pero los papis de mi Enzo sabían cómo me sentiría y prepararon todo un programa de festejo electrónico. El día antes me trajeron una decoración igual a la que se colocaría en su casa y organizamos todo para desayunar con el cumpleañero.

Al despertarse sus papis me avisaron para preparar la decoración y mi bandeja con una mini tortita con una velita. Coloqué tras de mi un enorme número tres dorado rodeados de globos  de los Paw Patrol, la famosa patrulla de perritos.

Al recibir la llamada y ver su carita tan feliz me hizo olvidar que nos separaban celulares y tablets. Cantamos cumpleaños feliz y apagó las velitas de su torta y puso su trompita pegada al cel y apagamos la mía. El con su insólita locuacidad comenzó a contarme cómo sería su fiesta y nombró a cada uno de sus primitos. Nuestro festejo terminó cuando se bajó de la silla y me dice: “Bueno Abu se terminó el desayuno. Divertite con el Corona Virus“

Durante el encuentro con sus primos me enviaban fotos y videos para participar en alguna medida de este cumple con Covid y sin mis nietos. Soy la única veterana asintomática que conozco. Debe ser que el bicho se dio cuenta que tengo el alma muy joven! Una Abu”pro”!