Legado de abuela a sus nietos

En estos tiempos de encierro, de enfermedad y muerte se nos ocurre pensar en tantas cosas que deseamos trasmitir a nuestros nietos, la mayoría muy pequeños.

Mi mayor anhelo es trasmitirles que es una obligación ser feliz y para ello necesitarán transitar un gran aprendizaje, de esos que nunca terminan pero que deben partir de puntos seguros para no perder el camino a la meta.

  Aprendizaje que consistirá en:

Aprender a amarse a sí mismos y amar a los demás, amarlos como son, no como quisiéramos que fueran.

 A perdonar y a perdonarse, porque es imposible transitar la vida con dolores guardados y rencores prestados.

Aprender que no importa que es lo que tienes, sino a quien tienes en la vida, y que los buenos amigos son la familia que nos permitimos elegir.

Aprender que las cosas son medios y no fines, la única manera de sobrevivir a tanto materialismo y consumismo.

Aprender que las circunstancias y el ambiente que nos rodean tienen influencia sobre nosotros, pero nosotros somos los únicos responsables de lo que hacemos.

Aprender que si no controlan sus actos, ellos los controlarán a uds. y que ser flexible no significa ser débil o no tener personalidad, que no todos pensamos igual y es bueno sacar lo mejor de las diferencias.

Aprender que cada uno es autor de su propia individualidad, que no se agota ni determina por las decisiones que tomen en momentos específicos, sino que es un camino que se recorre a lo largo de toda la vida.

Aprender que se lleva mucho tiempo para llegar a ser la persona que quieres ser, y que no importa a donde llegaste, sino a donde te diriges.