Un virus discriminador

Vivimos una época de lucha por la No discriminación, y es sabido que es un proceso cultural que llevará años. En ese devenir social también han cambiado los valores. Por ejemplo lo práctico, lo útil, lo rápido, es perseguido aunque quite lugar a lo realmente bueno. Hoy la belleza de la persona tiene una importancia vital y por ende la juventud es indispensable para no ser desechado.

En el caso de las mujeres es aún más trágico. Si, trágico! No tenemos permiso de avejentar, no podemos engordar, no llevar cortes de cabello ni vestimenta “de vieja”, practicar por lo menos Pilates y buscar retocar nuestras arrugas, esas marcas de la vida por habernos reído, llorado, expresado sentimientos, etc.

Como todo en la vida también se da el lado bueno de esta filosofía de vida, y es que uno se siente joven, a pesar de los achaques que empiezan a aparecer. Y somos abuelas rubias (nos volvemos blondas con los años) que usamos jean, y vestimenta muy parecida a nuestras nietas, vamos a la pelu, a masajes y nos maquillamos. Hablamos de música y de actores, de series, etc.

Pertenecemos a esa generación que vio cambiar el mundo después de la Segunda Guerra Mundial, de la revolución de la música, de la vestimenta, del pensamiento, etc. Hemos sido testigos de la Guerra Fría, la caída del muro de Berlín y la reorganización del continente, la guerrilla latinoamericanas y siguientes dictaduras, las guerras del Golfo, de Afganistán, Irán, Irak, el salvaje genocidio étnico africano, el extremismo islámico. Situaciones que se iban dando por momentos y lugares.

Hasta que aparece un ser microscópico que aprovecha nuestro tiempo globalizado y se adueña de la situación sin excepción de raza, lugar, capacidad económica o social, comenzando una guerra contra todos los que vivimos en el planeta Tierra. Y se encuentra con una generación que aún se siente con ganas de vivir, de disfrutar, que no está sentada esperando que le pasen los años, al contrario, que la vida le ha dado sabiduría para valorar lo que le queda. Y surge este virus que se hace el moderno y nos discrimina eligiéndonos la mejor presa para su ataque.

Cuando nos permitan dejar el  “quedateencasa” los invito a salir a la calle con pancartas para reclamar nuestros derechos y acabar con la discriminación de los veteranos!!!!! Y que nos quiten lo bailado.